La sociedad moderna occidental ha visto el desarrollo de un tipo de vandalismo que por ser en apariencia inofensivo ha venido tolerando desde hace años. La sociedad civilizada ha visto con mirada apática un comportamiento que a lo sumo considera tonto y estéticamente molesto, pero no lo ha percibido como una seria amenaza para el desarrollo de los valores que pretende defender. Esta indiferencia parece asociada al hecho de que se trata de un fenómeno pasajero del cual el tiempo, actuando sobre el desarrollo de sus actores así como directamente sobre sus obras, se encargará de resolver. La estupidez es siempre brutal. El graffiti está en todas partes; en los postes de luz, en los buzones de correo, en las vallas de las autopistas, en las paredes, en los monumentos públicos. En forma de grandes y voluptuosas letras y en pequeñas y tímidas firmas ilegibles. Esta brutalidad es masiva y perseverante en su acción. Hoy se limpia una pintada y a los pocos días aparece otra vez. La violencia y magnitud del vandalismo es tal que resulta difícil admitir que sean pocos los involucrados. Se trata de un numeroso grupo de torpes jóvenes hombres consumidos por la tiranía de sus hormonas. En realidad esta estupidez no es en sí una condición patológica del vándalo que la ejerce, es más bien el reflejo de una forma de ver la vida y de querer perpetuarse a través de las señales con las que ensucian los espacios y la propiedad pública. Sospecho que en la medida que toda la basura tecnológica vaya ganando campo en la vida de los jóvenes, este tipo de comportamiento irá en aumento. Este vandalismo está pobremente penalizado por la mayoría de los códigos penales. A lo sumo se imponen multas que no son proporcionales al daño causado. Sospecho que el motivo de esto es la juventud de sus ejecutores. Si se tratase de hombres y mujeres adultas, las penalidades serían mucho mayores. Aquí, como en muchos casos de vandalismo juvenil, la persona se esconde detrás de la coraza de su juventud sin que esto sea en realidad una excusa para su comportamiento. La estupidez tratará de destruir lo que a generaciones enteras les ha costado años de esfuerzo, sacrificio y momentos de inspiración.En cuanto a su combate, este nunca debe ser a través de ningún tipo de negociación. No se debe procurar negociar con la estupidez porque su propia condición se lo impide. La única forma de lidiar con ella es a través del orden público.
LA ESTÚPIDA VIOLENCIA DEL GRAFFITI
viernes, 24 de enero de 2014
GRAFITEA MURALLA HISTÓRICA Y LO PRESUME EN REDES
martes, 21 de enero de 2014
sábado, 18 de enero de 2014
EN NEW YORK "GRAFFITI IS A CRIME"
GRAFFITI IS A CRIME
Graffiti vandalism is a crime punishable by
a jail term, monetary fine and/or community service. Any person caught defacing
property without the express permission of the owner will be arrested. Once
considered a small problem caused by a handful of teenagers, graffiti has
erupted into a nationwide epidemic costing billions of dollars each year. Statistics
reveal that graffiti is not just committed by juveniles, adults have also been
apprehended. Graffiti has also been related to drug and gang violence as well
as the occult.
domingo, 12 de enero de 2014
LA GENTE ESTÁ HARTA DE LOS GRAFFITIS
Ven en graffiti: Las expresiones de este fenómeno en el puerto molestan desde a los locales hasta a los turistas
sábado, 11 de enero de 2014
QUE ES EL GRAFFITI
Graffiti son las palabras, colores y formas dibujadas o rayadas en paredes de edificios, viaductos, vagones de los trenes, escritorios y otras superficies. Son hechas sin permiso y van en contra de la ley.
El término graffiti viene de la palabra Latina "Graphien" que significa "escribir". El graffiti hoy en día puede ser, bastante simple, escrito en un solo color (como una firma o sobrenombre) el cual se le llama monocromáticos hasta complejas composiciones de diferentes colores.
Hip- hop graffiti (llamado algunas veces "tagger" graffiti) consiste en: "Tags" (etiquetas), "Throw-up"(etiquetas mas elaboradas que el "tag"), y "pieces" o piezas.
El "tag" o (etiqueta) es una firma o sobrenombre, elaborado rápida y repetitivamente.
EL "Throw-up" es un "tag" más elaborado, usualmente confeccionado con dos o más colores. Los vándalos frecuentemente usan letras grandes, que son rellenadas o dejadas como contornos.
"Pieces" es la abreviación de obras maestras, son grandes y detalladamente dibujadas. Ellas son llenas de color, pueden incluir caricaturas como caracteres, y tal ves tome como una hora o más para completarlas.
El graffiti genérico (o convencional graffiti) incluye marcas hechas al azar, iniciales, declaraciones de amor, comentarios sociales, profanidades, eventos de graduaciones "Clase del 1997" y otros no amenazantes mensajes. El graffiti genérico no tiene un estilo particular.
El graffiti de pandillas es usado para marcar sus territorios, enlistar sus miembros, ofrecer drogas o contrabandearla para venderla, o enviar advertencias a sus rivales. Tal vez incluyan letras, símbolos o números conocidos solo por las pandillas y la Ley.
El graffiti ideológico, o de odio es cualquier difamación cultural, religiosa o racial.
Cerca del 80% del graffiti es hip- hop o "tagger" graffiti o (etiqueta). Otro 5% son "pieces" o piezas grandes.
viernes, 10 de enero de 2014
lunes, 6 de enero de 2014
LA BRUTALIDAD DEL GRAFFITI (PARTE II)
La foto de abajo apareció hoy en una página de grafiteros Facebook. Demuestra la calaña de esta gente y la forma de expresar lo que ellos llaman "arte".
sábado, 4 de enero de 2014
LA BRUTALIDAD DEL GRAFFITI
La sociedad moderna occidental ha visto el
desarrollo de un tipo de vandalismo que por ser en apariencia inofensivo ha
venido tolerando desde hace años. La sociedad civilizada ha visto con
mirada apática un comportamiento que a lo sumo considera tonto y
estéticamente molesto, pero no lo ha percibido como una seria amenaza para el
desarrollo de los valores que pretende defender. Esta indiferencia parece asociada al
hecho de que se trata de un fenómeno pasajero del cual el tiempo, actuando
sobre el desarrollo de sus actores así como directamente sobre sus obras, se
encargará de resolver.
La estupidez es
siempre brutal. El graffiti está en todas partes; en los postes de luz, en los
buzones de correo, en las vallas de las autopistas, en las paredes, en los
monumentos públicos. En forma de grandes y voluptuosas letras
y en pequeñas y tímidas firmas ilegibles. Esta brutalidad es masiva y
perseverante en su acción. Hoy se limpia
una pintada y a los pocos días aparece otra vez.
La violencia y
magnitud del vandalismo es tal que resulta difícil admitir que sean pocos los
involucrados. Se trata de un numeroso grupo de torpes jóvenes hombres
consumidos por la tiranía de sus hormonas.
En realidad esta
estupidez no es en sí una condición patológica del vándalo que la ejerce, es
más bien el reflejo de una forma de ver la vida y de querer
perpetuarse a través de las señales con las que ensucian los espacios y la
propiedad pública. Sospecho que en la medida que toda la basura tecnológica
vaya ganando campo en la vida de los jóvenes, este tipo de comportamiento irá en aumento.
Este vandalismo
está pobremente penalizado por la mayoría de los códigos penales. A lo sumo se
imponen multas que no son proporcionales al daño causado. Sospecho que el
motivo de esto es la juventud de sus ejecutores. Si se
tratase de hombres y mujeres adultas, las penalidades serían mucho mayores.
Aquí, como en muchos casos de vandalismo juvenil, la persona se esconde detrás
de la coraza de su juventud sin que esto sea en realidad una excusa para su
comportamiento. La estupidez tratará de destruir lo que a generaciones enteras les ha costado años de esfuerzo, sacrificio y momentos de inspiración.En cuanto a su
combate, este nunca debe ser a través de ningún tipo de negociación. No se debe
procurar negociar con la estupidez porque su propia condición se lo impide. La
única forma de lidiar con ella es a través del orden público.
miércoles, 1 de enero de 2014
MADRID
Con Londres, París y Roma, Madrid es una de las principales urbes europeas. Construida en la aridez de la tierra castellana, Madrid es ciudad preciosa. Sus calles, edificios públicos y privados, parques, monumentos y museos hacen de esta villa una joya urbana. Sin ser una ciudad de gran tamaño, Madrid tiene todos los atributos de una gran capital.
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