La parte trasera de la iglesia de Santa María La Mayor de Alcañiz ha aparecido
llena de pintadas y graffitis de todo tipo esta semana. Los autores no solo se
han conformado esa vez con pintar con espray la pared de la iglesia, sino que
las barandillas y el entorno del templo están marcados por letras y dibujos
realizados en color negro, blanco, azul, amarillo o fucsia.
Algunos vecinos explicaron que el viernes pasado se celebró un pequeño botellón
en la zona, y que las pinturas aparecieron después.
No es la primera vez que este entorno sufre un hecho similar. Aunque
ubicado en el centro de la ciudad -entre la iglesia de Santa María y la sede de
la Asociación el Cachirulo- es poco transitado por personas, lo que garantiza
cierta intimidad a quien allí se encuentra.
En anteriores ocasiones, el Ayuntamiento anunció que se
haría cargo de la limpieza de los graffiti de la antigua colegiata alcañizana,
pero en esta ocasión, las pinturas no sólo se han realizado en la piedra sillar
del templo (en la base de la torre gótica), sino también en las piedras del
entorno, que se urbanizó en los años 90.
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