A
pesar de ser una de las colonias más tranquilas de la ciudad y tener rondines
policiacos continuos, la Olivares no se escapa a las pintas del graffiti, como
se pudo constatar en un recorrido por algunas calles del sector. Además en
distintas calles de la colonia abundan los carros chatarra y casas abandonadas.
“La vigilancia es muy buena en esta colonia, en cuanto llamas a los policías,
llegan muy rápido, no tardan ni 20 minutos”, señaló Lucía Coronado, quien
atiende un abarrotes. La vecina agregó que tanto en el día como en la noche en
el sector impera la tranquilidad, pues ella ni sus vecinos han sido víctimas de
los maleantes. “En esta colonia los vecinos son muy tranquilos, pues vive pura
gente mayor y la mayoría nos conocemos”, sostuvo Lidia Arellano Ruelas, vecina
de la calle Benjamín Hill. En una barda ubicada en calle Michoacán y Simón Bley
se puede apreciar que los vándalos no respetan las propiedades ajenas y se
dedican a plasmar sus garabatos que sólo dan una mala imagen del lugar. Además
en el callejón Santa Ana y Manuel Z. Loaiza por fuera de un domicilio quedó
varado un auto que por sus condiciones tiene algunos meses en el lugar. En la
Gándara y Campeche estaba otro carro chatarra por fuera de un domicilio. En ese
mismo lugar hay un árbol que podaron y las ramas quedaron obstruyendo el paso
peatonal en la banqueta. Otro puntito negro detectado en la colonia es un local
abandonado, donde algunas personas lo han tomado como basurero y la maleza
crecida da un mal aspecto al lugar.
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